Ventajas de llevar a cabo una gestión de rendimiento en la empresa
KPI, CPM, mejora de procesos, calidad total, planificación estratégica son solo algunas de las nuevas herramientas. Esto puede marearte y hacerte creer que son complejas y están destinadas a las grandes corporaciones. Sin embargo, las empresas medianas y pequeñas pueden y deben implementarlas si quieren mejorar. La gestión de rendimiento puede aplicarse tanto en áreas específicas como sobre la totalidad de la organización. Conocé sus ventajas.
Claves del proceso de gestión de rendimiento
Muchas veces se confunde la gestión del rendimiento con la gestión de desempeño. Mientras que esta última corresponde a la administración de recursos humanos, la primera puede aplicarse a todas las áreas.
A la gestión del desempeño se la conoce también como gestión de rendimiento corporativo o empresarial o, por su sigla en inglés, CPM. Es importante tener en cuenta que esta no excluye al personal sino que lo integra. Mejor dicho, vincula la gestión de los recursos humanos con los objetivos y estrategia de la organización.
Esto es imprescindible ya que, por una parte, todos los procesos son realizados por personas en última instancia. Por otro lado, el capital humano es actualmente uno de los activos más valiosos de la organización.
Distintos autores han propuesto diversos modelos de medición del desempeño organizacional, como el enfoque de los determinantes del resultado creado por profesores de Harvard en 1992, o el enfoque piramidal. Más allá de estos modelos, las claves serían:
- Centrarse en los equipos y no en las personas. O implementar equipos de trabajo si tu empresa todavía se maneja en forma individualista.
- Establecer el ciclo de la gestión de rendimiento. Fijar objetivos o metas. Luego realizar mediciones, realimentarlas en base a los resultados, hacer correcciones o cambios y actualizar los objetivos.
- Tener en cuenta que todas las acciones deben alinearse con la estrategia de mejora continua. Esto permitirá no perder de vista los objetivos ni otorgar más importancia a las etapas iniciales del proceso que al seguimiento. La mejora continua es un esfuerzo que actualmente cuenta con el apoyo y reconocimiento de programas gubernamentales e instituciones como el CONACYT.
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Ventajas de un sistema de gestión de rendimiento
La gestión de rendimiento es sobre todo un método para mejorar los resultados de la organización. Cada empresa debe seleccionar el enfoque que mejor se adapte a su contexto. Para ello tiene que tomar en cuenta los elementos claves. Podemos mencionar como sus ventajas:
- Permite expresar la estrategia de la empresa en objetivos alcanzables. Los mismos serán difundidos entre los miembros de la organización.
- Conduce a la comparación entre objetivos y resultados concretos de los indicadores definidos previamente. Así, permite adoptar una política de gestión proactiva.
- Proporciona información esencial actualizada para que los gerentes puedan tomar decisiones estratégicas, tácticas u operativas.
- Lleva al aprendizaje, entrelazando todos los aspectos de la gestión para la producción de los bienes o servicios de la compañía.
- Fortalece la cultura de la organización, ya que todos los integrantes se comprometen con el logro de objetivos comunes.
- Contribuye a la retención del talento, pues los trabajadores son evaluados en función de su productividad y fidelidad. Los resultados se convierten en acciones formativas y posibilidades de progresar dentro de la empresa.
- Aumenta la fidelidad de los clientes y el prestigio de la organización al demostrar esfuerzos por mejorar.
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Nuestras recomendaciones
Ahora que conocés las ventajas de la gestión de rendimiento seguí estos consejos:
- Es conveniente empezar por las áreas que más valor agreguen al negocio. Por ejemplo las que representan una percepción de valor, como servicio de postventa, calidad. También aquéllos en los que hay contacto directo con el cliente.
- El software especializado es importante pero no imprescindible. Podés manejarte con diagramas, tablas, encuestas y programas informáticos sencillos o que tu equipo esté habituado a utilizar. Lo fundamental es tener claro a dónde querés llegar. Además hay que diseñar el proceso de manera que sea fácil de entender por toda la organización.
- Los indicadores deben ser elaborados en conjunto con el equipo. Tienen que analizar en detalle los distintos parámetros. Así será más fácil encontrar oportunidades de mejora.
Implementar un proceso de gestión de rendimiento en tu empresa necesita recursos y tiempo pero los beneficios superan largamente el esfuerzo inicial. ¡Solicitá asesoramiento!